¡Vaya semana de emociones!
Parecía que iba a ser una semana como cualquier otra, pero a medida que fue avanzando no paraba de darnos sorpresas. El jueves, como ya sabéis, dimos el Tercer Premio en el sorteo de la Lotería de Navidad. En la noche del jueves al viernes, nos intentaron entrar en el local. Reventaron las cerraduras de la primera puerta de acceso, pero gracias a Dios no consiguieron siquiera abrirla. El sábado acertamos el Pleno en la Quíntuple Plus. Y el domingo… el domingo quizá lo más insólito de todo: ¡acertamos el reintegro! Increíble. Nada de cobrar 30 ó 70 céntimos. No. Esta semana cobramos 2 eurazos. Y es que estamos en racha.
Si estuviera aquí mi amigo Enrique, contaría el chiste ese del tío que le cuenta al amigo que le han tocado 300 millones en El Gordo de la Primitiva. Y le dice: “pero es que llamé al telefonillo, se lo dije a la María (mi mujer). Se volvió loca de alegría, bajó corriendo por las escaleras, se tropezó… y se ha matao”. Y le contesta el otro: ¡Estás en racha, cabrón!
Pues eso, que a ver si dura. Seguimos intentándolo en el Gordo
Es la última oportunidad del año, y posiblemente también la última oportunidad que le demos a los juegos de Loterías y Apuestas del Estado. Me he estado informando y hay una lotería en Liechtenstein similar a la Primitiva, pero mucho más fácil porque en vez de seis números hay que acertar cinco sobre un total de 29, y el importe mínimo del premio es de 20 millones de francos suizos. El nombre es Loto Tschütscher, pero bueno, eso es lo de menos.
Nada más por este año. Ya que no os he hecho ricos, al menos espero que hayáis disfrutado con alguno de estos mails chorras, tanto como lo he hecho yo escribiéndolos.
Os deseo para 2.012 exactamente eso que estáis pensando.
LA PRESILLA
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