viernes, 22 de abril de 2016

Sem. 10 Lotería del jueves y Lototurf.

Raza.

El otro día me hablaban de la existencia del doping en el trabajo. De que hay gente que utiliza suplementos energéticos, en ocasiones ilegales, para poder soportar las diferentes situaciones  laborales. A veces por la carga de trabajo, a veces por la dificultad del mismo, otras por las relaciones humanas (o quizá inhumanas)… El caso es que vivimos en un mundo, el empresarial, en el que dependemos de resultados, de cuotas de mercado, de objetivos cumplidos y muchas veces acabamos perdiendo la motivación.

Y es ahí donde quería yo llegar. Nuestro protagonista de la semana tenía muchos defectos. Era un mujeriego, se arruinó con el juego, era polémico… pero tenía una gran virtud: era un motivador nato.

En estos tiempos que corren, no paramos de oír hablar de psicología, de coaching, de charlas motivacionales y de mil cosas que te explican cómo tenías que haber nacido para estar motivado. Porque no nos engañemos, todas estas cosas sirven para saber cómo debemos pensar y actuar para estar “enchufados”, pero a los cinco minutos seguimos comportándonos de la misma manera de siempre.

Nuestro hombre de hoy es Juanito. Sí, sí. El mítico jugador del Madrid. Juan Gómez, Juanito. Un hombre capaz de pisarle la cabeza a un contrario por haber entrado fuerte a un compañero, pero también capaz de convencer a todo el equipo de que se puede realizar lo imposible. De los pocos que después de perder 5 – 1 en Borussia se atreve a entrar en el autobús arengando a toda la plantilla para terminar haciéndoles creer que lo difícil es que queden eliminados.

Qué empresario no quisiera tener una persona que consigue transmitir auténtica rabia ante los fracasos y contagiar tanta felicidad en el éxito. Éste era Juanito:  https://www.youtube.com/watch?v=FDszamBGGhg  Todo corazón. Pero eso se tiene o no se tiene. Lo siento. Nos podemos inflar a ver vídeos de Emilio Duró o de Víctor Kuppers, podemos visionar todos los anuncios de Nike que queráis, pero sólo el que lo lleva en la sangre puede mover masas.

Juanito fue un buen jugador sin llegar a ser un súper clase, pero no se puede negar que ponía el alma en lo que hacía. Hay infinidad de jugadores que han dejado maravillosas jugadas, es más, no sólo futbolistas, hay miles de deportistas que nos han dejado recuerdos imborrables, victorias épicas, imágenes históricas… pero muy poquitos que nos hayan  dejado por herencia su espíritu.  

En baloncesto, cuando un jugador ha sido una institución en el club, se le cuelga la camiseta con su número en el pabellón, como símbolo de agradecimiento. Pero lo de Juanito es especial. Él jugaba normalmente con el número 7 en la espalda. Y aún hoy, 24 años después de su muerte, el Bernabéu grita “ILLA, ILLA, ILLA, JUANITO MARAVILLA” en el minuto 7 de cada partido. Se ponen los pelos de punta. Yo al menos, no conozco ningún caso similar.

¿Y a cuento de qué viene esto? Pues porque hoy, como todos los jueves, hay sorteo de Lotería Nacional. Y el décimo viene dedicado (supongo que parte de la recaudación también) a la Fundación Juanito Maravilla. Y claro, ¿cómo iba a dejar escapar la ocasión? Jugamos la friolera de 55 décimos. Cinco décimos de cada terminación, excepto claro está, del 7 que nos jugamos las 10 terminaciones posibles. Porque estaría bueno que hicieran un sorteo dedicado a Juanito y no saliera el 7. Vamos, habría que repetirlo.


El otro protagonista de la semana es Mayo. Éste no es mujeriego. Le gustan más las yeguas.

Es el caballo que nos tiene que hacer ganar el millón y poco que hay de Bote en la Lototurf. Por cierto, os diré que le dediqué un ratillo a mirar las estadísticas para ver cuáles eran los números más propicios, así que si acertamos el domingo, no va a ser tanto fruto de la casualidad, que me lo he currado.

Un abrazo.




Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
ILLA, ILLA, ILLA, va a tocar en La…



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