sábado, 22 de julio de 2017

Sem. 41 La Primitiva

¡Qué bonita está quedando La Presilla!
Llevamos un par de semanas un poquito desquiciados, pero creo que al final va a merecer la pena. Ahora sí que estamos en disposición de dar un buen premio para poder salir en la tele.
No será con el súper Bote de Euromillones porque los 166 millones de euros se fueron a Bélgica, pero ya vendrá otro en algún momento. Esperaré.
Eso lo aprendí el otro día, que con esto de la Hispanidad, me puse a curiosear en internet, buscando españoles vivos ilustres. Oye, y entre otras cosas descubrí que hay más de 50 investigadores de talla internacional, con un prestigio que yo creo que desconocemos todos aquí.
Y me quedé con lo que decía uno de ellos en una entrevista. Se llamaba José Luis García Pérez. Su aspecto era tan corriente como su nombre. No me habría sorprendido en absoluto si en vez de ahí, le hubiera visto actuando en el Club de la Comedia. Pero sin embargo, luego le oyes hablar y te deja con la boca abierta. Y una de las cosas curiosas que decía (que es a lo que iba) es que cuando le preguntan que qué hace en su trabajo, él siempre dice que nada. Porque rara vez percibe avance en lo que hace. Se puede tirar meses, haciendo pruebas, ensayos, análisis… sin encontrar nada en absoluto. Pero sin embargo, el rarísimo día en el que puede llegar a alguna conclusión, el estallido de felicidad es absoluto.
Y ahí estoy yo: haciendo pruebas, ensayos, experimentos… pero al final, cuando llego a casa y me preguntan que qué he hecho hoy, de momento sólo puedo decir una cosa: nada.
Pero lo sigo intentando. Esta vez en La Primitiva de mañana. Esta es la foto
Aparte de sellar el boleto, estoy por comprarme un Samsung Galaxy Note 7. Al menos así me aseguro el estallido. Y tendría que esperar ya solo la felicidad…
…Claro que no lo llevaría a La Presilla, no vaya a ser que ahora que está quedando tan chula, vaya a saltar por los aires. Ya os enseñaré alguna fotillo cuando esté terminada.
Un abrazo



Víctor M. de Francisco
LA PRESILLA
Mañana puede ser el día menos pensado.

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